Estelle despertó feliz – había un hermoso vestido de bodas junto a ella en su cama. Era su día especial, el que había estado esperando toda su vida. El novio entró vistiendo un esmoquin clásico que hacía un excelente trabajo mostrando el ancho de sus hombros, lo hacía ver incluso más varonil. Se inclinó suavemente, sus ojos estaban llenos de alegría – él quería ayudar a Estelle con sus zapatos. Ella lo miró con amor, sin poder creer que en pocas horas ese asombroso hombre ¡se convertiría en su esposo! La noche de bodas estabas aún muy lejos, pero Estelle estaba abrumada de tanto afecto, ella quería darle a su esposo una sesión de pasión muy especial, una que haría que recordara ese dichoso día por el resto de su vida. Ella se arrodilló ante él, aún vistiendo ese vestido, lo ayudó a quitarse sus pantalones y comenzó a lamer su culo. Ella alternaba entre besos negros y mamadas a su polla, así nunca olvidaría el día de su boda...